Fotoblog de los alegres excursionistas

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domingo, abril 11, 2010

2010-04-11 “1ª Clásica MTB Valmojado” (42 km)


En tiempo record (menos de 3 días) nos ponemos de acuerdo para acudir a esta cita. Incluso aquellos con “cargas” familiares. Lamentablemente algunos de los que participaron en la marcha de Valdemorillo, no se animan, así que me tocará volver a ejercer de farolillo rojo del grupo.
El punto de encuentro es el campo de futbol de la pequeña localidad toledana de Valmojado, a unos 30 km de Madrid. Aparcamos todos juntos. Juanma, el primero en llegar (¿casualidad o premonición?), recoge los dorsales y chips de todos, así que podemos dedicarnos a revisar y terminar los preparativos: GPS, MP3, cascos, cámara de fotos, de video…
Pasando por un punto intermedio de control
Nos situamos en la parrilla de salida, no muy lejos de la primera línea, para evitar las aglomeraciones y las montoneras… y ahí fue el único momento donde coincidimos los 4 juntos, hasta que nos volvimos a encontrar al final, ya cargando las bicis en los coches para volver.

Cristian y Javi, llevados por el frenesí de la salida, desaparecen enseguida. También ayuda a perderles de vista la polvareda que levanta el pelotón. Juanma, paradójicamente, es el último en salir; él y yo empezamos como cualquier ruta de fin de semana, tranquilamente, hablando de esto de lo otro, disfrutando del paisaje y el clima, viendo como se ha estirado la carrera y por donde ya van algunos, ¡ incluso distinguimos en la distancia a nuestros dos compañeros!
Nuestro tándem dura poco, una bajada, el primer arroyo y… ¡se acabó!, en la primera subida Juanma me pasa y yo me quedo, pero no por falta de ritmo si no por… empezar el reportaje fotográfico.
Aquí se me escapó Juanma.
Continuas bajadas y subidas.
El amarillo y el verde sobre fondo azul, se imponen.

La ruta nos sorprende porque no es la típica llanura manchega plantada de vid. Después de un invierno tan lluvioso, la primavera se abre paso con fuerza y esplendor.
Circulamos por pista con continuos repechos, cruzamos varios arroyos, riachuelos y zonas embarradas, que generalmente terminan en zona “de playa”, lo que termina por rebozar las ruedas como si de pan rallado se tratara.
Esta foto es "prestada" de otro corredor, porque salgo yo en segundo lugar.

Enseguida la arena se introduce en los cambios y en la cadena haciendo que su funcionamiento sea menos preciso. Esto provoca que me salte la cadena en una bajada y se me bloquea en un par de repechos, obligándome a echar el pie a tierra para evitar la caída. Los frenos (de zapata) también se resienten con el agua. Nuestras piernas se salpican de barro y, dependiendo de la velocidad, nos llega incluso más arriba.
Escapados mis compañeros, me dedico a disfrutar del entorno y a las fotos. Voy haciendo la clásica “goma”: me paro, hago fotos y me pasan algunos ciclistas, vuelvo a montar y supero a los que me acaban de pasar, al poco vuelvo a detenerme para otra toma y vuelven a pasarme… así varias veces.

Foto también "prestada": me han pillado guardandome las galletas.
En Méntrida han ubicado el avituallamiento: la ya conocida manzana y novedad: galletas de chocolate. Creo que incluso hubo plátanos, pero yo no los vi. (Este fue el único avituallamiento de toda la etapa). La salida era una cuesta bien empinada, que enlazaba con otra gran cuesta. Todas las calorías ingeridas desaparecen enseguida. Estos tramos se hacen difíciles por el cansancio, sobre todo del km 28 a 31 se me hacen muy largos…. ¿O es que voy muy despacio?
Por fin un tramo de sendero estrecho, entre encinas, muy bonito y con una bajada pronunciada.
Ya queda menos, llaneamos junto al rio y luego un poco de ascenso, con alguna sorpresa “fanganosa” y un poco más de pedaleo hasta llegar a la meta, donde me sorprende Juanma inmortalizando mi llegada.. Así descubrí por qué mi chip no sonó en la primera pasada y tuve que volver a pasar una segunda vez, tenía el chip en el tobillo derecho y tenía ese pedal en la zona más alta... (por eso perdí un par o tres de puestos)

CLASIFICACIÓN: 781 participantes (terminamos 534 + 247 fuera de control/abandono)

viernes, abril 02, 2010

2010-04-02 Primera excursión de Sara


Viernes Santo y “Bautizo campestre” de Sara. Sus padres han pensado que hoy podría ser un buen día para estrenar la mochila porta-bebe y ver como aceptaba Sara este novedoso medio de transporte para ella. El sol y el buen tiempo acompañan.
Aunque fueron muchos los llamados, pocos fuimos los que asistimos. Paradójicamente, algunos no llamados, si vinieron y aún así, éramos un grupo reducido.
El primer contacto con la mochila fue “de llanto” pero breve, sólo hasta que se ajustaron las correas de seguridad y Juanma se echó la mochila a la espalda. Entonces empezó el “traqueteo” y Sara se adormeció.
Tras un sube y baja sin rumbo, tomamos la pista que empieza cerca de la “cuesta de la muerte” (aprovechamos para enseñar este famoso lugar al resto) y nos dirigimos hacia el interior de la Casa de Campo. Vemos decenas de madrigueras y a sus habitantes, que corretean huyendo de nosotros.
Pasamos del encinar al pinar, de grandes ejemplares, donde hay un pequeño circuito de footing. Estamos muy próximos a la puerta de Humera. Aprovechamos para descansar un poco y para que Sara mueva las piernas. Aquí recibimos la llamada de los que se quieren apuntar al paseo y partimos a su encuentro por el “Camino de la Ronda”; que es el camino que va pegado a la valla.
Una vez se ha producido el encuentro buscamos donde aposentarnos. Siguiendo uno de nuestros habituales caminos ciclistas encontramos una pequeña explanada, tranquila y con sol para el que quiera. Aquí damos buena cuenta de los numerosos y variados bocadillos de tortilla. Tras la cabezada de rigor y, con unas botas sin suelas, que se han desintegrado a una velocidad de vértigo, optamos por volver a la casilla de salida.

Al llegar al aparcamiento nos encontramos con el desorden total: coches aparcados en doble y tercera fila. Tuvimos que recuririr al desbordado municipal, que no sabía por donde empezar. Al final conseguimos salir sin demasiados problemas.
Sara ha superado su primera prueba campestre con éxito.