Fotoblog de los alegres excursionistas

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domingo, junio 20, 2010

2010-06-20 Miraflrores de la Sierra-Morcuera-Canencia (38 km)


Valle de Canencia y Pinilla
“A la tercera va la vencida” …¡y gracias!, porque aunque Juanma era la tercera vez que intentaba esta ruta, por unas razones u otras, no había conseguido finalizarla(Ver) , y
a punto estuvimos de no conseguirlo. Esta vez por una avería mecánica a pocos km del final; pero como Juama es como “El Corte Inglés”, que tiene de todo, supo solventar el contratiempo con habilidad.

Asi que ¡por fin!, 8 meses después de mi primera intentona y una vez pasado el invierno, pero no las lluvias, decidimos afrontar este reto pendiente.
El día se presentó muy parecido al relatado en el blog de noviembre: cielo raso sin nubes, no había viento y tampoco hacía mucho calor, por lo que descarté el chubasquero y cualquier otra prenda de abrigo.
Ya en el coche, por la carretera, vi que las montañas están coronadas por unas nubes que no me gustan un pelo (..¡por qué habré dejado el impermeable?)
A las 9, con la puntualidad habitual, llegamos a la estación de tren de Miraflores. Comentamos que hace más fresco de lo que parecía y que, las nubes de las cumbres, nos pueden dar alguna sorpresa desagradable. A pesar de eso, somos optimistas e inauguramos la temporada de “crema solar protectora” para protegar la piel de los efectos del sol.
Iniciamos el pedaleo con entusiasmo, conversando y recordando el vendaval que nos impedía avanzar la última vez que vinimos por aquí. Enseguida llegan la pendiente(los primeros 16 km son en ascenso continuo hasta el Pto. de la Morcuera); desde las primeras rampas podemos disfrutar al echar la vista atrás y ver Madrid, sus torres, y los pantanos rebosantes de agua.
Poco a poco nos adentramos en el esplendido pinar que nos protege y da sombra en todo el ascenso, incluso hace fresco y se echa de menos algún rayo de sol que temple el cuerpo.

Cumbre de La Najarra reluciente de piornal amarillo.
La pista está seca, sin barro que nos retenga e incomode. Tantas “facilidades” me animan a continuar la charla, debo estar en plena forma para pedalear cuesta arriba y hablar al mismo tiempo… pero pronto la realidad se impone y mis silencios se hacen más largos, hasta quedarme mudo.

Abandonando el pinar y llegando a la carretera.
Cuando se acaba la protección de los pinos el viento vuelve a azuzarnos, salimos a campo abierto y vemos muy próxima la carretera. Dejamos la pista y ascendemos poco más de 2km por la M-611 hasta el Pto. de la Morcuera…¡y lo podemos coronar montados sobre las bicis!; aunque no sin dificultad, porque sopla un viento incomodo y helador que nos obliga a continuar la marcha con premura. Descendemos otros 2 km por la carretera, pasamos junto al Refugio de la Morcuera y poco después nos salimos a la izquierda por una pista forestal (este tramo también lo habíamos recorrido parcialmente en otra etapa).

Tramo compartido, de pinar de reforestación, previo a la bajada.
Pronto llega lo mejor…¡bajar, bajar y bajar!; camino ancho y buen firme, aunque de vez en cuando las piedras asoman y hay que tener cuidado, también con las curvas, que las hay variadas y un despiste te lleva al barranco, pero lo disfrutamos como corresponde.
Arroyos a pleno rendimiento.
Después de un rato de alegría, empezamos a encontrarnos senderistas, cada vez con más frecuencia, lo que nos obliga a ralentizar la marcha y nos va anunciando la proximidad de la fuente y Refugio de El Hornillo, muy cerca ya del concurrido puerto de Canencia.
De Canencia a Bustarviejo (pequeño tramo ciclable)
Cruzamos la carretera y nos introducimos en el término municipal de Bustarviejo, un gran letrero en un muro de piedra así nos lo indica. Aquí empieza el tramo más complejo, hay que bajar todavía unos 10 km. Puede hacerse por carretera, que además de algo más corto, es mucho más cómodo y rápido, o también puede hacerse por un estrecho sendero lleno de piedras, que no es muy ciclable (quizás un 35%) pero de gran belleza y que, en los tramos ciclables y otros “regulares”, permite disfrutar del camino y te ayuda a conocer tu capacidad de equilibrio y habilidades sobre el manillar…¡un gran reto! (También se debe tener mucha paciencia cuando toca caminar).

Otra tramo ciclable tras el pedregal infernal
Después de tanto bote y rebote contra las piedras, la mecánica de las bicis sufre, se aflojan los tornillos y se caen las piezas. (Donde esté una bici Decathlon, básica y robusta, que se quite las demás)

Falta un rodillo del cambio que se perdió en el pedregal. Hubo que quitar algunos eslabones de la cadena y cambiar su posición, para poder continuar con un solo rodillo. Solución de emergencia pero eficaz.
Reparada la avería terminamos el descenso por un camino más agradable y rápido.

Viaducto en Miraflores de la Sierra y arroyo.