Fotoblog de los alegres excursionistas

Fundado en noviembre de 2005 ¡Celebrando los 10 años desde nuestro último post...!!!

sábado, agosto 14, 2010

2010-08-14 La Isla (Rascafría) - Pto. de Cotos


En el Puerto de Cotos (1.830 m)
La verdad es que no sé cómo definir esta ruta, si infernal, vergonzosa, tomadura de pelo o simplemente: para no hacerla en bici. Me gustaría saber cuántos han pasado montados en la bici los tramos que califican como “técnicos” y, si alguno lo hizo, si además terminó la etapa completa y con todos los huesos y la cabeza en su sitio.

Esta era la ruta nº19 de un libro que tiene Juanma: “Por la sierra de Madrid en MTB”, así que para obtener mayor información que su mapa y asegurarnos del camino a seguir, me puse a buscar en “wikiloc”. No encontré ninguna que coincidiera exactamente con la propuesta de Juanma, pero sí varias que compartían gran parte del recorrido. Hasta ahí todo bien, lo malo fueron los comentarios: …por lo menos el 35% es inciclable; … es imposible tanto la subida… como la bajada que es impracticable;… los últimos km subiendo son a pie;… dificultad física y técnica bastante alta;… habría que rediseñar esta ruta para hacerla más ciclable;… tramo durísimo por la subida tremendamente técnica;… bajadas muy técnicas (Mínimo bicicletas suspensión total).
A pesar de lo cual no nos debió parecer inviable, porque junto con Javi, nos citamos los tres a las 9.00h en “La Isla”, una zona recreativa con restaurante, próxima al Monasterio de El Paular.

Terminando la gran cuesta
Con ciertas dudas respecto al camino a seguir (presagio de lo que vendría después) empezamos a pedalear por sitios que nos hacen echar el pie a tierra para poder avanzar. Afortunadamente enseguida encontramos la pista correcta y podemos disfrutar del entorno y la agradable temperatura. Vamos junto al río y gozamos de buena sombra. Empiezan los repechos y ocasionalmente alguna bajadita, son un espejismo. Todo es cuesta arriba. Ante nosotros aparece una larga recta, de fuerte y continua pendiente de la que no se ve su fin. Desgastado por el esfuerzo, al poco, me bajo y comienzo a caminar, miro hacia adelante y veo que no soy el único… “y eso que esta zona es todavía ciclable “pensé para mis adentros.
Cuesta superada. Reagrupados en la cima de esta exigente cuesta, continuamos unos pocos metros más hasta que el camino se ensancha en una explanada con forma de rotonda donde muere la pista. Una pasarela de madera que cruza el arroyo señala el inicio del sendero.

El principio del fin. Si estas fuerte de piernas, puedes continuar un poco más sobre la bici, esquivando las piedras y apretando los dientes, pero en el segundo puente ya no hay más remedio, hay que bajarse… para el tercer puente, además de las piernas, hay que tener unos brazos fuertes para cargar con la bici. (Dudo mucho que alguien, por muy “técnico” que sea, haya subido en bici).

Sombre el hombro..¡ar!

Lo subido con la bici al hombro o"tramo técnico"

Lo que nos faltaba por subir. Nos cruzamos con una pareja de excursionistas, ellos van en sentido contrario y nos animan a seguir.
Superada la pendiente, cuando la senda se allana, volvemos a montar, ahora toca esquivar y superar las raíces de los pinos, que a veces son escalones infranqueables. Por fin llegamos al collado. Encontramos un grupo más numeroso de excursionistas. Nos jalean y aplauden. Incluso algún bien intencionado me quiere ayudar con un empujoncito final, pero “déjelo que voy muy justito, si me empuja… me caigo”. Con la pendiente a favor, todo se ve de otra manera, las piedras y raíces que antes eran imposibles ya parecen no ser obstáculo, pasamos sobre ellas rápidamente, pero agarrando bien fuerte el manillar para mantener la dirección.


Atravesando los pastos, con las pistas de Valdesqui al fondo.
El campo se abre, llegamos a una zona de pastos. Nos queda el último tramo “peatonal” y enseguida alcanzamos la carretera de Cotos a Valdesqui. Descendemos hasta el puerto y aprovechamos para recuperar fuerzas y disfrutar del momento.

Lo mejor de todo... ¡pincho de tortilla!
Dispuestos a encarar la bajada conocemos a tres ciclistas que andan buscando alguna ruta por los alrededores, “que no sea muy complicada” porque uno de ellos lleva poco tiempo montando y todavía no tiene ritmo. Les invitamos a que se vengan con nosotros, ya que sólo nos queda bajar (o eso creíamos) y luego podríamos subirles en uno de nuestros coches para recuperar el suyo; comentamos que es una ruta que no conocemos y que debe tener algún tramo "complicado" al principio de la bajada.
La realidad supera la ficción y a pesar de que empezamos bien, enseguida se puso imposible. Aparecieron piedras y rocas sueltas, pendientes pronunciadas, zanjas profundas, vegetación abundante, …otro tramo “técnico” que dirían algunos. Perdimos mucha altura bajando un barranco, cruzamos un arroyo y tuvimos que volver a subir. “En menuda hemos metido a esta gente”, comentábamos. Después de mucho caminar y alguna rectificación en el camino a seguir, salimos de esta trampa para ciclistas.
Cuando apareció la pista ancha y todo parecía volver a la normalidad, una nueva fatalidad. Nuestro nuevo acompañante, el menos veterano sobre las dos ruedas, se cayó, se hizo un corte en un pómulo y se dio un buen golpe en el hombro. Parecía que se le había salido y no podía mover el brazo, pero poco después estaba más recuperado y animado, aunque aquí se acabó la ruta para él. Nos reagrupamos y optamos por volver a la carretera, que no debía andar muy lejos, para recuperar los coches y poder llevar al accidentado a donde mejor pudieran atenderle.

A pesar de todo..el buen humor siempre presente.