2005-11-19 Cotos-Cercedilla
Era la tercera vez que Pablo y yo afrontabamos esta ruta pero para Lidia y Juanma era la primera y a punto estuvo de no llegar ni a eso, porque la nieve hizo que alguna se planteara el abandono. Afortunadamente se venció al temor y a la incertidumbre inicial (era ya más dificil volverse que seguir adelante) y todos acabamos la ruta, más o menos empapados, pero juntos y "victoriosos".
Iniciamos la ruta en Cercedilla y utilizamos como lanzadera hasta Cotos el tren del esquiador, que en esta ocasión iba hasta los topes de jubilados que iban a pasar unos días en Navacerrada (alguna tuvo tiempo para encontrarse con la familia). También viajaban con nosotros fanáticos del snow, por supuesto con sus hierbas aluzinógenas, que siervieron para aromatizar el vagón.
Llegando al Pto. de Navacerrada la nieve hizo acto de presencia en el paisaje y junto a la via, lo que provocó los primeros comentarios sobre la idoneidad del recorrido y nuestro nivel de cordura; comenzaron las risas nerviosas, los chistes fáciles y los comentarios irónicos. Ya en Cotos no había tiempo para decir nada...¡Hay que abrigarse rapidamente!, el frío y un ligero agua nieve no dejan margen para el debate. Debemos pedalear y no mirar atrás.
Empezamos el descenso con un espesor de nieve considerable. Menos mal que conociamos el camino, por que la nieve no dejaba verlo con claridad. Era inevitable, a falta de ruedines , apoyarse con los pies si no se queria probar la capacidad de amortiguazión de la nieve en una caida.
Con dificultades conseguimos dar más de una pedalada seguida entre las piedras, agua, troncos y ramas ocultas bajo la nieve. A pesar de los sudores, con buen humor, alcanzamos una cota más baja donde la nieve había ya desaparecido. Aviso a navegantes tras nuestra experiencia : los frenos son inútiles en estas condiciones, el guardabarros es indispensable, las calas son un inconveniente, y hace falta tener un cierto grado de valor inconsciente... Comenzamos un esperado y rápido descenso mitad por pista de arena mitad por pista asfaltada con precaución ,porque los frenos siguen húmedos y no responden como deberían, además el frío y la humedad que ya nos acompañará en la ropa el resto del camino no hace agradable el contacto con el viento. (¡quiero un guardabarros!) Además te puedes encontrar a excursionistas a pie...¡ojo! no estas sólo.
Breve contacto con la M-601 desde las Siete Revueltas hasta otra pista forestal que coincide con el GR-10. El ascenso hacia la Fuente de la Reina transcurre por una pista asfaltada que atraviesa un bonito bosque de pinos de altura.
Me encontré con un ciclista que bajaba y que, por su exceso de velocidad, se acabó saliendo por la cuneta en una curva cerrada. Afortunadamente para él fue por el lado de la montaña y no por el del barranco. Tuvo la suficiente pericia para evitar el castañazo y saltar de la bici y acabar la peripecia sin rasguño alguno. Desde la Fuente hasta el Pto. de la Fuenfría el camino es más duro por las piedras y cantos que por la pendiente. Las posaderas se resienten y estas deseando terminar.
Para mayor emoción la niebla hace acto de presencia al mismo tiempo que volvemos a encontrar pequeños neveros en la pista: nos acercamos al final de la subida.
Alrededor de las 15.30 y 3º de temperatura iniciamos el descenso por la conocida como carretera de La República, con un firme más considerado con nuestro trasero y terreno favorable para la velocidad a pesar de los charcos y la niebla. Repito: lástima no llevar guardabarros, nos hubieramos ahorrado más de un remojón.
Se acentúa el desgaste de los frenos en un descenso tan rápido (Se llegan a alcanzar hasta los 70 km/h en la zona asfaltada justo antes de llegar a Cercedilla, doy fe de ello), así que hay que ir con precaución.
Tras 27 km de ruta llegamos a los coches y el que puede se pone algo de ropa seca antes de ir en busca de un buen bocadillo reparador. Tan deseado como el bocata es el calor de una estufa (aquí descubrimos que alguno estaba demasiado dormido por la mañana a la hora de ponerse el cullote).
En resumen y a pesar de los momentos de incertidumbre una experiencia agradable, novedosa y divertida a pesar de más de un resfriado posterior.
FDO: ANTONIO