2006-05-20 La Cuerda Larga: 18 km
La travesía integral de la Cuerda Larga permite ascender a ocho dosmiles junto con sus respectivas cumbres secundarias y collados. Lo más habitual es realizar la ruta en el sentido Navacerrada-Morcuera por ser las alturas principales las que aparecen antes, para ir menguando junto con las fuerzas de cada uno, a lo largo del recorrido.
Es fácil de seguir porque transcurre siempre por la línea de cumbres, también llamada cordal, de ahí el nombre, y porque basta con seguir las marcas del GR. El tiempo estimado para completar el recorrido suele ser de 7 u 8 horas, nosotros tardamos 9,30 (…nos lo tomamos con calma)
De manera esquemática, los nombres y alturas de las cimas son:
1. Alto de Guarramillas, más conocido como"La Bola del Mundo"(2.262m)
2. Valdemartín(2.279)
3. Cabezas de Hierro Menor(2.299m)
4. Cabezas de Hierro Mayor(2.383m)
5. Loma de Pandasco(2.238m)
6. Asómate de Hoyos(2.230m)
7. Bailanderos(2.126m)
8. La Najarra(2.106m).
En el cuarteto habitual faltaba Pablo, que andaba por tierras polaca practicando otro tipo de deportes… aún así encontramos una digna sustituta que a pesar de no tener experiencia montañera y ser adicta a los “malos humos” terminó satisfactoriamente esta “mítica” ruta del senderismo madrileño.
Iniciamos la caminata a las 10.25 de la mañana desde el Pto. De Navacerrada (1.860 m), donde hemos aparcado el coche 2. Previamente habíamos dejado el coche 1 en el Pto. De La Morcuera (1.776 m), donde acabaremos la ruta.
Encaramos la pista asfaltada que nos lleverá a La Bola del Mundo, la primera dificultad del camino y el mayor desnivel a salvar: 400 m. Pronto descubrimos que las camisetas y la manga corta han sido una elección temeraria.
El calor pasado a lo larga de la semana anterior nos había hecho pensar que sufriríamos los rigores del sol y por eso íbamos pertrechados con más liquido del habitual, cremas protectoras, gorras, gafas de sol…pero como es habitual, el clima en la montaña es cambiante y más severo que el de la llanura, así que tuvimos que improvisar para soportar el molesto viento que nos acompañó durante todo el trayecto. También nos mentalizamos para soportar el frío y no prestamos atención a la piel de gallina de teníamos.
Camino del segundo alto pasamos junto a la pequeña estación invernal de Valdesquí, donde las pistas ahora parecen innecesarios cortafuegos en una montaña pelada, sin árbol alguno y donde ningún arbusto supera los 30cm de altura.
Una curiosidad que no sé si repite en algún otro lugar es que desde aquí podemos observar al mismo tiempo dos capitales de provincia distintas: Segovia (distinguiendo incluso la torre de la Catedral) y Madrid (donde se distinguen otro tipo de torres…).
Fue una pena que el cielo no estuviera limpio, había bruma en el horizonte; seguro que en días más claros se puede gozar de mejores y más lejanas vistas
Nos encontramos con locos del treking de alta montaña, corriendo por las piedra; gente que había salido a ¡pasear al perro!, pero cuando llegamos a las Cabezas de Hierro, los distintos grupos de excursionistas que habían empezado la ruta al mismo tiempo que nosotros se vuelven, no continúan, (“Unos gays” que diría Juanma); también dejamos de encontrarnos con senderistas en sentido contrario.
A pesar de esto, no nos quedamos solos, al poco encontramos otros grupos…¡ La Cabra Montesa! (Capra Ibex).
Casi hasta el final nos fuimos tropezando con rebaños de cabras o ejemplares solitarios. Lo mejor es que a diferencia de sus domesticados parientes de Gredos, estas cabras parecen más salvajes.
Según parece han pasado de estar al borde de la extinción a una sobrepoblación, por lo que se están llevando ejemplares a otras partes para reducir su número.
Después de ver tanta carne de caza en movimiento, de casi 4 horas de camino y saltos entre piedras decidimos hacer el obligatorio alto en el camino para hincarle el diente a también muy Hispánico bocadillo de jamón. Encontramos un pequeño refugio donde protegernos del viento y allí nos acoplamos.
Tras dar buena cuenta de los embutidos, longanizas, frutas y alimentos ricos en calorías Juanma y yo optamos por un amago de siesta, situación que fue aprovechada por las féminas para continuar camino y tomarnos ventaja, que a punto estuvo de ser definitiva si no hubiera sido porque quedaban algunas cumbres donde sus fuerzas flaquearon más que las nuestras.
El último tramo se lleva con mejor espíritu porque ya podemos ver el final de la ruta. La pendiente nos favorece, aún así no es fácil, el cansancio se nota, las torceduras de tobillo son más frecuentes, las rodillas se resiente…¡ya queda poco!... pero los peligros no han desaparecido… ¡una Vaca! con su ternero está en nuestro camino…
Llegamos al coche 1 a las 20.07 y tras recuperar el coche 2 nos vamos sobre ruedas a cenar a Guadarrama: ¡hay que recuperarse!
Lamentablemente, esta ruta ¡ NO ES CICLABLE!Iniciamos la caminata a las 10.25 de la mañana desde el Pto. De Navacerrada (1.860 m), donde hemos aparcado el coche 2. Previamente habíamos dejado el coche 1 en el Pto. De La Morcuera (1.776 m), donde acabaremos la ruta.
Encaramos la pista asfaltada que nos lleverá a La Bola del Mundo, la primera dificultad del camino y el mayor desnivel a salvar: 400 m. Pronto descubrimos que las camisetas y la manga corta han sido una elección temeraria.
El calor pasado a lo larga de la semana anterior nos había hecho pensar que sufriríamos los rigores del sol y por eso íbamos pertrechados con más liquido del habitual, cremas protectoras, gorras, gafas de sol…pero como es habitual, el clima en la montaña es cambiante y más severo que el de la llanura, así que tuvimos que improvisar para soportar el molesto viento que nos acompañó durante todo el trayecto. También nos mentalizamos para soportar el frío y no prestamos atención a la piel de gallina de teníamos.
Camino del segundo alto pasamos junto a la pequeña estación invernal de Valdesquí, donde las pistas ahora parecen innecesarios cortafuegos en una montaña pelada, sin árbol alguno y donde ningún arbusto supera los 30cm de altura.
Una curiosidad que no sé si repite en algún otro lugar es que desde aquí podemos observar al mismo tiempo dos capitales de provincia distintas: Segovia (distinguiendo incluso la torre de la Catedral) y Madrid (donde se distinguen otro tipo de torres…).
Fue una pena que el cielo no estuviera limpio, había bruma en el horizonte; seguro que en días más claros se puede gozar de mejores y más lejanas vistas
Nos encontramos con locos del treking de alta montaña, corriendo por las piedra; gente que había salido a ¡pasear al perro!, pero cuando llegamos a las Cabezas de Hierro, los distintos grupos de excursionistas que habían empezado la ruta al mismo tiempo que nosotros se vuelven, no continúan, (“Unos gays” que diría Juanma); también dejamos de encontrarnos con senderistas en sentido contrario.
A pesar de esto, no nos quedamos solos, al poco encontramos otros grupos…¡ La Cabra Montesa! (Capra Ibex).
Casi hasta el final nos fuimos tropezando con rebaños de cabras o ejemplares solitarios. Lo mejor es que a diferencia de sus domesticados parientes de Gredos, estas cabras parecen más salvajes.
Según parece han pasado de estar al borde de la extinción a una sobrepoblación, por lo que se están llevando ejemplares a otras partes para reducir su número.
Después de ver tanta carne de caza en movimiento, de casi 4 horas de camino y saltos entre piedras decidimos hacer el obligatorio alto en el camino para hincarle el diente a también muy Hispánico bocadillo de jamón. Encontramos un pequeño refugio donde protegernos del viento y allí nos acoplamos.
Tras dar buena cuenta de los embutidos, longanizas, frutas y alimentos ricos en calorías Juanma y yo optamos por un amago de siesta, situación que fue aprovechada por las féminas para continuar camino y tomarnos ventaja, que a punto estuvo de ser definitiva si no hubiera sido porque quedaban algunas cumbres donde sus fuerzas flaquearon más que las nuestras.
El último tramo se lleva con mejor espíritu porque ya podemos ver el final de la ruta. La pendiente nos favorece, aún así no es fácil, el cansancio se nota, las torceduras de tobillo son más frecuentes, las rodillas se resiente…¡ya queda poco!... pero los peligros no han desaparecido… ¡una Vaca! con su ternero está en nuestro camino…
Llegamos al coche 1 a las 20.07 y tras recuperar el coche 2 nos vamos sobre ruedas a cenar a Guadarrama: ¡hay que recuperarse!
Fdo. Antonio
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